27/1/13

Presa "El Oro"


En la semana santa del año 2006 fui por primera vez a una represa antigua a la que le llamo “El Oro”, la razón de que le de ese nombre es porque está “asociada” al casco de una hacienda que tenía ese nombre, que yo sepa, no tiene ninguna designación oficial.
No tengo idea de cuando se construyó, pero tengo una razonable certidumbre de que debe haber sido en la segunda mitad del siglo XIX. Pienso eso porque esa hacienda se fundó en 1848, aunque me parece que la explotación del oro continuó hasta inicios del siglo XX, y se había iniciado en el siglo XVIII.
Como nota curiosa, los dueños de esa hacienda introdujeron el agave azul, que entiendo es propio de Tequila, Jalisco, y llegaron a ganar un premio internacional con ese producto. Aunque no sé si con tequila o con mezcal, del cual hay algunas especies nativas en la península. En ese casco también hay algunos árboles que no son de por aquí, hay fresnos enormes y una parota. Próximamente les mostraré esas fotos, así como de lo que queda de la hacienda.
Pero hoy de plano quiero mostrarles la serie de fotos que he tomado de esa presa. Las primeras las tomé con cámara analógica, así que ni al caso porque eso de escanearlas y ponerlas aquí no funciona, pero las siguientes fueron meses después, en septiembre y en octubre del 2006.
Ese año hubo lluvias. A mí me impactó mucho verla porque, en muchos sentidos, está en medio de la “nada”. El señor que nos llevó nos platicó que la “argamasa” de la presa se había hecho usando sangre de buey, y que por eso era tan resistente; han de reconocer que eso es magia añadida que agrega encanto. La verdad me impresioné. Como pueden ver la cortina estaba invadida por la vegetación, la segunda foto es un escurrimiento lateral de la presa. Me gusta porque se adivina el espejo de agua.


La última foto es un mes después. Ahí atravesé el pequeño arroyo que se originaba en ella, lo que nos permitió apreciar claramente el espejo de agua.
Estoy seguro de que en el 2007 y 2008 fui varias veces, pero me parece que no tomé fotografías, me supongo que porque, para mí, “todo se veía igual”. Gran error.
Eso cambió en diciembre del año 2009, en el que una amiga, obviamente mucho más curiosa que yo, descubrió una pequeña puerta que daba acceso a la cortina y al embalse. Vean lo que pudimos ver:


 
Y, como ven, el agua seguía escurriendo.
Dicen que a veces lo mejor es que uno use pocas palabras. Lo cierto es que ver agua dulce en una zona cuya naturaleza es árida tiene un efecto casi balsámico a la vista.
En fin, mi siguiente registro fotográfico fue en febrero del 2011. Vean la diferencia:



La verdad es que no esperábamos hallarnos con eso, sobre todo porque yo siempre había visto que fluía el agua, lo que sugería que la represa contenía o se alimentaba de un manantial.
Por cierto, los peces son tilapias, que fueron introducidos ahí para servir como alimento para aves migratorias. Fue una mala decisión, ya que hubiese sido mejor introducir, con fines de conservación, alguna de las pocas especies de agua dulce nativas de la parte sur de la península. Por razones obvias, ese yerro ahora carece de importancia.
En esa ocasión aún quedaban algunas aves. Miren si no me creen.
Otra cosa, aunque la altura de la cortina debe ser de alrededor de 10 metros, en el interior la profundidad máxima debió ser como de 1.2 m; me imagino que después de un siglo o cosa así, la presa se había venido azolvando.
Ya después, pensé que un temblor relativamente fuerte que había habido en el 2010 podía haber generado algún tipo de grieta en el lecho de la presa, la siguiente hipótesis, quizás la más obvia es que en el 2010 las lluvias fueron espantosamente escasas, en fin las imágenes están ahí.
Como pueden ver a continuación, en marzo del año 2012 la situación no había mejorado:
 
 
 
 
Me parece que la siguiente imagen, tomada de "Google Earth", corresponde a esa época (se aprecia la cortina de la presa del lado izquierdo):
 
Las últimas fotografías que les presento son de noviembre del año 2012. Aquí vale decir que fue un año “lluvioso”, y que a esas fechas recién había pasado por la zona un ciclón relativamente benévolo.
Así que esperábamos que el embalse contuviera una cantidad razonable de agua. Pues ,miren lo que encontramos:
 
 
A fin de cuentas me parece que quizás lo que ocurre es que se está extrayendo más agua del manto freático. Y ya.
No sé si se aprecia, pero de hecho los restos de la vegetación acuática que estaba en el centro ya desparecieron. Seguramente tratarán de convertir el lugar en tierras de sembradío. Ya les contaré.
No deja de ser curioso, a fin de cuentas no era sino un ecosistema artificial ¿no? Si los pajarracos migratorios ya no tienen ese paradero pues, a fin de cuentas, no lo tenían antes ¿no?
La tilapia tampoco era oriunda así que ¿cuál es el problema?
Quizás todo se reduce a un paseo menos, un ecosistema artificial menos. Y sin embargo me da tristeza haberlo perdido. Supongo que se debe a que a fin de cuentas era un factor que aumentaba a diversidad, tanto de paisajes como biológica, además era un ecosistema artificial tan diminuto (creo que menos de una hectárea), que no perturbaba la naturaleza de su entorno.
 En fin, lo bueno es que no todo se pierde. A fin de cuentas el agua escurre. Hace charcos y meandros bien chiquitos. Y están nuestras amigas mariposas.



 Pero seguiré extrañando esos reflejos, y el no poder llevarlos a ver el espejo de la que quizás era la presa más vieja de BCS.
 Saludos
 RRS