26/5/14

Islas de Baja California. 1. Isla Coronado

Después de más de un año de no venir a poner nada, ya mejor me pongo a escribir sobre lo que les quiero presentar, antes de que nuevamente sea absorbido por mi cotidianidad.

Hoy quiero presentarles lo que hice uno de los días de la pasada semana santa, en la cual viaje a la ciudad de Loreto. Esa ciudad está aproximadamente en la parte central del estado de Baja California Sur, sobre la costa del Golfo de California. Ya luego presentaré algunas fotos del lugar, ya que ahora, no sé por qué, tengo la compulsión de mostrarles la travesía que hice a la Isla Coronado.

Esa isla es una de las cinco que están dentro del Parque Nacional Bahía de Loreto. Según yo es la más pequeña de todas, y también la más cercana al puerto, por lo que parece ser la más visitada de todas.

En ese parque marino concurren varias especies de cetáceos en diferentes épocas del año, aunque me parece que hay poblaciones residentes. De eso tratan las siguientes fotografías.

En las primeras, presento una manada de delfines (Delphinus sp.) Yo calculé que eran unos 200 ejemplares, pero el capitán de la lancha nos dijo que más bien eran 300. Me costó trabajo tomar fotografías aceptables, ya que estaban comiendo y se movían muy rápido, en vez de dedicarse a hacer piruetas y jugar. El capitán también nos dijo que el ha visto manadas mucho más grandes, lo que me han confirmado compañeros de trabajo que han navegado en el Golfo de California, y han observado grupos de miles de animales (en la primera y última, al fondo se encuentra otra de las islas del parque, la Isla del Carmen. En la tercera y cuarta aparece la Sierra de la Giganta, en la península de Baja California).






En realidad nosotros nos acercamos a esa manada debido a que el capitán había visto los chorros de vapor que lanzaba una ballena de aleta (Balaenoptera physalus); a mí me llamó mucho la atención que ambas especies anduvieran comiendo juntas. Como de costumbre las fotos de cosas en movimiento no me salieron bien, aquí les dejo las mejores.






El paseo consiste en darle la vuelta a la isla empezando por su lado oriental, y navegando en sentido contrario a las manecillas del reloj. Esa parte es la más expuesta a los vientos y corrientes del Golfo, por lo mismo es donde se aprecia en mayor grado el desgaste que la erosión ha causado en las rocas. La suavidad que parecen tener las curvas de las rocas es realmente impresionante.




Avanzando por el lado oriental, se pueden observar lugares donde se refugian aves marinas como los bobos de patas azules (Sula nebouxii).


 También es en el lado oriental donde se encuentra la “lobera”. Puesto que no era época de reproducción, la colonia estaba en calma. Como pueden ver, la mayor parte de los lobos (Zalophus californianus) estaban haraganeando.

A mí me resulta muy curioso el hecho de que puedan permanecer dormidos y sin inmutarse en lo más mínimo pese a que el agua les salpica y, en ocasiones, las olas alcanzan los lugares en que se encuentran. Eso si es tener la conciencia tranquila.












Pasando ese lugar, aún hay que sortear una punta rocosa para lograr llegar a la parte de la isla que hace frente a la península.



En el lado occidental se encuentran tres playas muy pequeñas, pero con arena muy suave. Puesto que apenas era martes, había pocas personas. 

No había mucha variedad de peces, pero seguramente debe aumentar cuando aumente la temperatura en el verano. Detrás de una de las playas parte un sendero que permite llegar a la cima de la isla, que en realidad es un volcán extinto.


Como pueden apreciar, y era de esperar, la isla es árida y con escasa vegetación, así que si se quiere hacer ese paseo lo mejor es esperar el invierno para no correr riesgo de deshidratarse e insolarse.

Les dejo la última foto que tomé, cuando ya íbamos regresando a Loreto.


Espero que alguna de las fotos les haya gustado.

Saludos.


RRS