17/2/09

La Trinidad-II


Me acabo de dar cuenta de que tengo mucha flojera de escribir, pero muchas ganas de presentar varias fotografías.

Hoy quiero continuar con lo que ya había iniciado, que es la visita que pude hacer a unas pinturas rupestres que se conocen como "La Trinidad". Aquí ya escribí sobre ello, así que ahora las notas serán mínimas.

Esta es la entrada al cañón en el que se encuentran las pinturas; en fechas recientes se construyó ese "gavión", que es como les llaman acá a las represas. Eso impide avenidas y facilita que el agua alimente el manto freático, aunque también provoca que lo que era un arroyo permanente haya desaparecido en algunos tramos.

En la mayor parte de las fotografías apreciarán fuertes contrastes de luz. Pienso que es debido a lo estrecho y alto del cañón, que provoca que casi siempre haya una parte con sombra y otra iluminada con la intensidad típica de estas tierras. Dicho lo anterior, tengo pretexto para que las fotos estén bien contrastadas y como que medio malas, pero ni modo, es un efecto difícil de compensar.

En las fotos que siguen se ve el camino que uno tiene que recorrer. Es pura piedra bola con tramos en los que hay que vadear agua. La verdad es que las fotografías desmerecen de lo que uno va viendo. Paredes altas llenas de recovecos y agua cristalina.


En el libro que cité en el otro capítulo sobre "La Trinidad" apuntan que era necesario nadar en algunos tramos para llegar a las pinturas, y sugerían llevar balsas o llantas para evitar que las cámaras u otros objetos se mojaran. En la actualidad, si acaso, uno se moja hasta el ombligo.

Algunas de las cuevas casi dan envidia. Me imagino dormir ahí la siesta, ahíto de pitayas y lagartijas, despertarme y poder bañarme en esas aguas calmas y frescas. Eso sí, tenía uno que andar a las vivas, ya que esas cuevas son producto de la erosión provocada por las crecidas. O sea que si empezaba a llover, pues córrele para arriba antes de que te arrastren las avenidas.


Y aquí está mi primera foto del mural de "La Trinidad".

Sí, ya sé, medio les decepciona. Los colores son pálidos y diera la impresión de que hay poco que ver.

En realidad sin el artificio de la cámara el ojo humano aprecia mucho más, pero de momento lo único que nos queda es usar las ventajas que nos da la fotografía digital, y saturar y contrastar para que la imagen de un poco más de sí.

Y es entonces cuando uno empieza a quedarse boquiabierto.


Como dije en alguna ocasión, a mí me fascinan las huellas de manos. Quizás porque las asocio fuertemente con nuestra humanidad, con algo que nos hermana.

En fin, aquí pongo un par de ampliaciones de las manos que aparecen al centro de la imagen previa. ¿Qué nos quisieron decir? ¿Fue un sólo autor que pinto tantas veces como pares de manos hay? ¿Cada par de manos representa a un autor diferente? ¿Los ponían para indicar que ya no valía seguir pintando?

Sepa.


Pero de veras que qué impresión tan fuerte transmiten.

En la siguiente entrega de la serie les iré presentando las distintas secciones del mural.

No desesperen, ya llegarán.

Por lo pronto, espero que alguna de las fotos les haya gustado.

RRS

7 comentarios:

Enrico dijo...

¡Qué fortuna vivir en La Paz! Me hubiera encantado conocerte, oye, tengo más fotos y espero subirlas pronto, para que me des tus comentarios y visto bueno, no vaya yo a regarla. Saludos.

Xerófilo dijo...

Hola:

Pues sólo puedo decirte que a mí también me hubiese gustado conocerte y, la verdad, llevarte a algunos lugares cercanos a La Paz que tienen hartos motivos fotográficos.

Será en otra ocasión. Creo que sabes que para cualquier cosa en que te pueda ayudar, lo haré con gusto.

Saludos

RRS

bandala dijo...

Claro que me gustaron las fotos! No me puedo imaginar qué sensación tan tremenda debe ser contemplar esas manos en medio del silencio que inunda el cañón.

Carmen dijo...

Me acabo de dar cuenta que tengo mucha flojera de escribir, pero muchas ganas de que te des cuenta que te leo, jaa.

Ya en serio, qué manera tan ocurrente de comenzar un post. No digo mucho, pues no hay plantitas dónde detener la imaginación.

Se feliz

Xerófilo dijo...

Hola Bandala. Hola Carmen.

Vamos en orden.
Bandala, me da rete harto gusto que te hayan gustado las fotos. Me impresiona también tu añadido sobre el silencio. Tienes razón, a excepción del viento no recuerdo más sonidos. Me llama la atención tu percepción ¿Cómo supiste que no se oyen pájaros o insectos zumbadores? Me parece que las fotos que componen la serie de ese viaje te seguirán gustando.

Carmen. Como suele ocurrir con tus comentarios, me haces sonreír. ¿No te ha pasado eso de tener flojera y, a la vez, una suerte de compulsión por hacer "algo"? Por eso lo escribí. Qué bueno que te causó gracia.

Pero hay algo en lo que dices que tiene mucho fondo.

En el cañón hay relativamente pocas plantas, eso no deja de ser paradójico, ya que hay agua, pero en tiempo de lluvias-huracanes evidentemente la corriente arrasa con todo.
Pero hay algo más. Tengo un libro sobre las pinturas rupestres de la península. Me llama mucho la atención que, aparentemente, no ilustraban plantas.
A mí me parece rarísimo. Tengo unas fotografías, de un lugar de la región de Los Cabos, en que parece que se representan cactos. No sé, ya las presentaré y quizás puedas darme tú opinión.

Lo cierto es que en la serie de "La Trinidad" hay pocas plantas. La verdad es que yo andaba fascinado viendo las pinturas, y cuidándome de no tropezarme con las piedras "bola".

Saludos a ambas.

RRS

*Marianita* dijo...

Xerófilo,
tenías razón. Me gustaron mucho mucho las fotos de las manos.
no sé qué habrán querido decir, me llama la atención que son muchas manos izquierdas y después muchas derechas, abajo no se distinguen mucho. Yo creo que por lo menos podríamos saber si fueron mujeres u hombres... dicen los que saben que los niveles de testosterona pueden reflejarse en la diferencia del largo que hay entre los dedos anular e índice. (LA BIOLOGADA POR DELANTE... :-/)
Según que la mayoría de los hombres tienen el dedo anular mayor al índice.
Ahí se ven varias manos así, algunas no muestran esta diferencia. Es bonito imaginar cuántas personas pudieron haber estado marcando sus manos ahí y lo que conversaban. O tal vez no conversaban nada por ser algo muy importante, de esas veces donde es mejor callar. (De ahí que el sitio elegido sea silencioso).
Y luego, el...bicho-venadito que está de cabeza. Parece que lo tienen preso, listo para asar.
Y los otros animales rojos con cuernos, ¿qué serán?
Está muy interesante.

En fin, gracias por el recorrido a La Trinidad.

Xerófilo dijo...

Hola Mariana. Qué gusto que vengas y comentes.

Yo pienso que, en algunos casos, la misma persona hizo la impresión tanto de su mano izquierda como de la derecha, simultáneamente, separando un poco los brazos se lograría ese efecto.

No sabía eso de la longitud de los dedos en relación con el sexo. Pero en mis manos no se nota lo que dices, me los veo iguales. Vas a hacer que me los mida con Vernier nomás pa'ver. Sea como sea ya sabes, aquí cualquier "biologada" es bien recibida.
Pero pienso que también podría haber otro enfoque, que sería indagar en la poca documentación que existe respecto de los grupos indígenas de por acá, particularmente de los cochimíes.
Me explico, si alguno de los clanes tenía "chamanes" mujeres, casi seguro que algunos de los dibujos y manos son obra de mujeres. Tengo idea de haber leído algo al respecto. En cuanto ubique la fuente te lo diré, pero creo recordar que había grupos dirigidos por mujeres.
Me gusta pensar que era más la capacidad que el sexo lo que determinaba el "estatus".
Ignoro si callaban o conversaban al hacer estas obras increíbles. Supongo que dependía del motivo y circunstancia, pero me gusta pensar que eran bien, pero bien platicadores.

Pronto presentaré más fotos de "La Trinidad".
Necesito definir la secuencia. Me parece que te van a gustar.
Pero de antemano te digo, coincido en tu interpretación de que los venados blancos que están boca arriba están listos para ser consumidos. Pienso que es la representación de animales que recién habían sido cazados. También pienso que ambos deben ser hembras. El animal rojo con cuernos es el macho. El género es Odocoileus, es decir, o son venado bura o venado "cola blanca". Voy a tratar de averiguar más al respecto. Ya luego te digo (es que creo que ambas especies están presentes en esa zona).

Total. Gracias por venir.

Que estés muy bien.

(Hay un libro que está en formato PDF en internet. Se llama "Catálogo de las Lenguas de las Naciones Conocidas", Es de 1800 y es gratis. Está bien interesante. No trata únicamente de la península).