24/12/08

Biznagas II


Una vez se me ocurrió que una forma de comparar que tan vieja era una biznaga con respecto a otra era contar el número de espinas que tenía sobre cada "costilla".

Mi meta era poder decir algo bien acá, como: "Pues fíjate que yo ya ví una de 17 espinas", y así.

Sería el análogo de los cazadores que presumen de cuantas "puntas" tenía el venado que mataron, nomás que en mi caso el trofeo (la "prueba"), pues sería la pura foto (y mi labia).

Lo curioso es que este año vengo a descubrir que, quizás, mi enfoque simplista pueda darme una aproximación razonable de la edad de las biznagas o, al menos, del número de "épocas" de crecimiento por las que han pasado.

Me explico, en el libro que ya cité acá, mencionan que el crecimiento de las biznagas es de uno a tres centímetros al año, esa es la distancia aproximada entre las espinas que se ubican sobre la misma costilla (en la especie de biznaga que ilustro).

Sin embargo deben resaltarse varias cosas, la primera es que las espinas deben contarse sobre la misma costilla, ya que hay especies en que la espina de la costilla aledaña está ligeramente desfasada en su altura. La segunda, y más importante, es que el crecimiento está determinado por el régimen de lluvias de la zona y del año en particular, por el tipo de tierra y, sobre todo, por la especie.

Pese a todas las condiciones y panchos anteriores, ahora podemos jugar a calcular la edad de estas biznagas silvestres:


(La que sigue está bien difícil, pero la foto me gustó y por eso la incluyo).

Pero en este año también pude aprender otra cosa que no sabía. 

Siempre pensé que las espinas eran estructuras dedicadas a la defensa del organismo entero, pero particularmente de su pulpa.

Pues resultó que no. Si observan con atención verán que cada conjunto de espinas se sustenta en algo que denominaré "pedestal", pero también se ve que hacia la parte superior de ese "pedestal" hay una sección que es donde se desarrollará el botón-flor-fruto.

Es decir, cada grupo de espinas, cuando es joven, protegerá el "corazón" de la planta, pero también una flor-fruto. Ya de viejas, como buenos ancianos, se dedicarán principalmente a proteger el "centro". Es bonito apreciar que algunas portan la "cicatriz" del fruto que protegieron (o trataron de proteger). Así que aquí también. Estudiando cicatrices podemos tener idea de lo que ocurrió años atrás.

El par de fotos que siguen permite observar varias cosas; yo aprecio estas: lo alucinante del diseño de las biznagas, la cantidad de botones que llevan y la relación "pedestal"-espinas-flor que ya mencioné. Esta biznaga es silvestre.


Las que siguen son de la biznaga que mantengo en mi casa. Son tres días después de las que presenté en el capítulo de "Biznagas-I". 

Me parece de interés, particularmente para Carmen, lo que aparece mencionado en el libro al que ya aludí, que es: "Las flores tiernas pueden ser hervidas en forma similar a la col..." 

Sepa la bola a qué sepan y, muchos se preguntarán: ¿A quién se le ocurre comerse cosas tan bonitas? 

Bueno, a mí se me ocurren dos situaciones: el hambre es canija, pero también que alguien vio a algún ratón, liebre o venado saboreárselas bien acá, le dio envidia, y decidió probarlas.





Hay algo adicional e importante, cuando menos para los biólogos. Las flores se "abren" al amanecer y se "cierran" al oscurecer. Esto nos da una señal gruesa de "quiénes sí" y "quiénes no" pueden ser sus polinizadores. 

A fin de cuentas eso es indispensable para entender los "ciclos de vida" y todos sus componentes. Así que, como información adicional, diré que las fotografías que presento en la última sección fueron tomadas a las 09:00 horas. Y sí. Para ser octubre en Sudcalifornia es indicativo de que, definitivamente, son perezosas (a inicios de octubre el sol debe salir no más tarde de las 07:00).

Y sí, saber eso divierte y da placer, así como el de leer un libro, ver una buena película o escuchar música, por dar algunos ejemplos. 

Aunque no lo crean.

Más allá del proselitismo final relativo a los biólogos, espero que algunas de las fotografías les hayan gustado.

RRS

NOTA: La relación "grupo de espinas" - "un año" definitivamente NO puede generalizarse a todas las biznagas. De hecho tengo idea de que las más apreciadas-comercializadas son las que tienen las espinas más cercanas entre sí. Seguramente en ellas la relación podría ser de dos a tres grupos de espinas por año. Esos son estudios que los que trabajan botánica y ecología vegetal deben emprender para cada especie. Así empezaremos a tener los elementos para hacer y consumir acitrón sin sentimientos de culpa.

23/12/08

Complacencia Científica II


Pues afortunadamente ya vino Mariana a darme pretexto para poner un grupo de fotos que en realidad exigen un poco de explicación. 

Abajo ella preguntó, refiriéndose a las pitayas derrumbadas que ahí se ilustran: "¿Y se caen por los vientos o por qué?"

Pues sí. Pero dicho como lo acabo de escribir, pues que aburrición y desperdicio, así que retomaré tópicos que ya abordé y pondré más fotos del asunto.

El primero es el de que en algunas zonas es posible observar lo siguiente:

Es decir, las cactáceas columnares (pitayas y cardones) se asocian con árboles como el mezquite, lo que les proporciona una especie de apuntalamiento adicional al terreno.(Aquí pueden ver más fotos al respecto).

Pero yo tengo la impresión de que esos "arreglos" son más bien la excepción que la regla. Es más frecuente observar lo siguiente:


Es decir, los cactos columnares tienden a crecer aislados y algunos, como la pitaya de aquí arriba, evidentemente siguen la estrategia del aumento de masa para evitar la caída. Tengo entendido que algunos de estos organismos pueden llegar a pesar toneladas.

Pero no en todos los casos lo consiguen o, simplemente, se desarrollan en forma más "esbelta", y es cuando viene lo que motivó el comentario de Mariana, y en lo que ahora abundo.

En realidad la causa son los ciclones que son un elemento climático determinante en el sur de la península. 

Es decir, no es nada más el viento, sino también el agua que, al ablandar la tierra, hace que estos gigantes sean más sensibles al efecto del viento. En realidad encontrar pitayas derrumbadas puede ser consecuencia de procesos de erosión asociados al correr del agua como en la 6ª y 8ª fotos de aquí, o acá.  Pero en éste caso el agua en realidad no socava, sino que sólo ablanda, y el viento hace el resto. Quizás exagero en las diferencias, y deban verse como matices de lo mismo.

Ahora viene una serie de fotos de uno de los ejemplares que me he encontrado:




Y estas son las raíces de la que ya había ilustrado.

Y es que en realidad las raíces de estos cactos son más bien superficiales. Su estrategia no es tanto buscar el agua en lo profundo, "encontrar" el manto freático como el caso del mezquite, sino más bien captar el agua del rocío, producto de la condensación, y es ahí donde se arriesgan.

A mí la que sigue me impresionó mucho. Me hizo pensar en un elefante muerto (pero de muerte natural, no de balazo). Ahora que lo pienso, quizás también en uno de esos ciervos gigantes, de los que ya se extinguieron.

Pero vean también lo que son las "estrategias" de supervivencia. La de abajo es una pitaya agria. Son más chaparras y mucho menos robustas.

Viendo lo anterior, y en plan cuasi-teológico, uno pensaría que son más "listas". Si a estas les pega un animal, un baboso o un ciclón nomás como que se desmembran, y cada cacho tiene oportunidad de "renacer". No deja de ser curioso que cada trozo es un clon del original.
 
Pero ese no es el enfoque correcto. No son más "listas", simplemente son otras adaptaciones.

Además yo una vez platiqué con una y resulto que nomás se sabía puros chismes de animalitos de por ahí y andaba de pleito de vecindad con unos matorrales de por allá. Y era bien fijada.

RRS

PD. A mí la primera foto de las raíces me saca lo simple. No puedo evitar pensar que la biznaga está maloreando a la pitaya con todas las ocurrencias que los mexicanos somos capaces de decirle a un grandote cuando se cae. Ustedes no lo hagan, es de mal gusto. 

22/12/08

Cosas Simples IV. Hojas


Pienso que hay cosas en la naturaleza que son extrañas en sí mismas por no ser parte cotidiana del paisaje o de las formas.

Incluso uno puede haber aprendido de ellas, pero al no observarlas directamente, acaban siendo ignoradas.

Para dejar de hacerle al cuento les muestro pues, hojas del género Opuntia, es decir, de chollas y nopales.

Chollas:


Marchitándose (la hoja):

Quetzalcóatl (¿a poco no es la representación en vegetal de la serpiente emplumada?):

Y aquí las hojas de los nopales:

En el caso de  los nopales me queda la idea de que la hoja al secarse deriva en la espina. En el caso de la cholla no estoy seguro, me parece que la "hoja" acaba cayéndose, sin dar lugar a otra espina pero, curiosamente, el resto de las espinas de cada "racimo" serían reminiscencias de otras "hojas".

Si no es así, de todos modos qué bonito ¿no?

RRS

16/12/08

Biznagas I


Las biznagas son una de mis plantas preferidas. Yo no sabía, pero también se puede escribir "bisnaga" y "viznaga". Nomás escojan.

Me gustan porque no son dominantes en el paisaje, al menos en el sur de la península, por lo que observarlas es mucho más raro que con los cardones, pitayas o chollas, que por su sola altura son más conspicuos. 

En otras palabras, pasan a ser un regalo inesperado.

Al respecto, el libro* que suelo consultar indica que normalmente son solitarias, y que si acaso se llegan a encontrar dos o tres juntas. El género de este grupo de especies es "Ferocactus". En esa obra se señala que hay no menos de 15 especies en la península. 

El significado de "Ferocactus" es "espinas fieras" o cacto salvaje". 

A mí me gusta más la primera acepción, ya que las espinas constituyen una auténtica coraza para su pulpa carnosa que acumula agua. Sin embargo leo que las canijas mulas son capaces de romperlas con sus cascos, para de esa forma poder acceder al "corazón".

Las siguientes fotografías son de dos ejemplares diferentes, una es en tiempo de secas y la otra en lluvias. A mí me gusta mucho su sobriedad en secas, así como la forma en que se adornan y "esconden" en lluvias.




Las siguientes ayudan a ilustrar su variedad de formas. De jóvenes son tipo "globito", ya después son capaces de "adaptarse" al contorno y estar nomás de puras encimosas.


En nuestra península flaca son tres los usos que se les dan, el más lamentable es que les queman las espinas para usarlas como alimento para el ganado, el otro es hacerlas dulce (acitrón), y el tercero es como ornato.

Sin embargo tengo la impresión de que se tiende a respetarlas bastante. Por ejemplo, es raro ver a la venta acitrón que, me parece, se prepara principalmente para consumo familiar en la zona rural.

Su utilización como plantas de ornato es reciente y, en sentido estricto, ilegal, ya que son especies protegidas que no deben ser extraídas del ambiente.

Y sí, yo tengo una que me traje del monte. Pero la cuido mucho y está bien bonita.

Miren si no.




Ya luego les enseño más fotos, tanto del monte como de la que está bajo mi "resguardo".

RRS

* Roberts, N. C., 1989. Baja California Plant Field Guide. La Jolla 
 

11/12/08

Mitos-II


A mí estas imágenes me hacen pensar en la "Medusa"; aquella que fue decapitada por Perseo.



También me hacen pensar en la canción aquella, la de "Sueño con Serpientes".

RRS

4/12/08

Cosas Simples III. Estigmas y Cortezas


Hoy tengo ganas de poner estas fotos. 

Las dos primeras no son resultado de que se le haya hecho daño al árbol, simplemente ilustran su proceso de crecimiento después de las lluvias, y el de "cicatrización", al llegar el invierno. La primera fue tomada por una de mis amigas-biólogas marinas (Rocío; la cual ya contribuyó con una fotografía aquí).


Estas son de otra especie de árbol, que también se está descortezando por estar creciendo.


Desde niño dejo lo que más me gusta para el final. Aquí no acerté a elegir entre lo que creo es una fotografía estéticamente mejor lograda (la primera), o la del árbol "fumador".


La noción de ver estas marcas como estigmas me resultó atractiva.

Lástima de ser ateo.

Espero que alguna les haya gustado.

RRS