El género de la planta que ahora les presento es "Ambrosia". El significado original del término fue: manjar o alimento de los dioses, cosa deleitosa al espíritu, o vianda, manjar o bebida de gusto suave o delicado; todo lo anterior de acuerdo al diccionario.
No sé ustedes, pero yo me imaginaría una súper-planta, bien bellísima, apetitosa, olorosa y todos los vocablos antojosos que a uno se le puedan ocurrir.
Pues resulta que no. Las plantas de ese género que habitan en BCS son más bien humildes y con nombres comunes como: "chicura", "estafiate" y "huizapol". En inglés no les va mucho mejor, ya que su nombre puede traducirse como "maleza de harapos" o "matorral de burros", y es que estos últimos parecen comérselas con mucho agrado.
Lo cierto es que todo su contenido mítico parece perderse en la vida real, al extremo de que casi parece sarcasmo. Ahora, vean sus flores, hojas y frutos.
Estos son los botones.
Estas las flores. No deja de ser curioso que la planta es más pariente del "diente de león" o las "margaritas" que, digamos, de un frijol o un clavel. Si hacen grande la fotografía podrán ver como cada "campana" o "racimo" está integrado por varias flores.
En la siguiente se ven flores y frutos a la vez. Noten que el fruto es muy espinoso, de ahí el nombre en inglés de "maleza de harapos", ya que al separarlo de la ropa no es raro que se arranquen fibras del tejido (o cachitos de piel, si uno anda muy al aire). Son ciertamente plantas muy enfadosas, ya que no es raro salir al campo y llenarse de "huizapoles".
Y aquí una aproximación a los frutos.
¿De dónde, pues, lo de "Ambrosia"?
Pues según leo son plantas que contienen un montón de aceites. Me imagino que en el pasado llegaron a extraerlos y, quizás, usarlos con fines alimenticios o terapéuticos.
Pero me queda la impresión de que ese secreto ya sólo lo saben los burros.
RRS
2 comentarios:
No seas tan exigente Xerófilo, son ambrosias para la vista de los mosquitos, los burros y para aquél que las busca con fines curativos.
Si los humanos somos los que la nombramos y las clasificamos por algo será. Tiene que ser falibles como uno. ¿No crees?
Hola Carmen:
Tienes razón. Pero la verdad es que yo pensé más bien en que a la mejor los dioses habían sido burros, o se habían convertido en tales.
O, en esencia, que nosotros somos más burros que los burros.
La verdad es que me quedo con la curiosidad sobre los usos de estas plantas. Estoy seguro de que los biólogos no les pusieron el nombre de puro capricho, pero ni idea de qué aceite se extrae, ni de cuál es su uso.
Pero lo cierto es que es una planta que, paradójicamente, ahora me gusta más.
Me hace pensar que sus mayores dones están ocultos.
Saludos
RRS
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