4/8/09

Los Encinitos


"Los Encinitos" es un lugar que se encuentra al sureste de La Paz, aproximadamente a 31 kilómetros de camino, de los cuales casi seis son de terracería.

Yo lo había oído mencionar durante muchos años, particularmente como un lugar al que les gusta mucho ir a los paceños, sin embargo no había ido ahí porque no sabía bien cómo llegar.

Por otro lado tenía la certeza de que el nombre era producto de la pura ignorancia. Y es que yo asocio a los encinos con altitudes mayores a los 1500 metros sobre el nivel del mar, por lo que no me extrañaba que hubiese encinos en las zonas altas de la península, pero me parecía imposible que los hubiese en las altitudes que se presentan en la zona en que se ubica esa localidad, que difícilmente superan los 800 msnm. Según yo, otro indicio del "error" en su designación era que me platicaban que en el verano las personas iban por ahí a recoger "ciruelas".

Total. Yo pensé que por acá le decían "encino" a cualquier árbol grandote, y que yendo ahí me iba a encontrar puro huizache, mezquite y ciruelo. De todos modos valía la pena ir, ya que en lo que todos coincidían es que era un lugar muy bonito.

Me animé a ir el 21 de marzo y regresé un par de semanas después, cuando iniciaba la semana santa. Son las fotografías que ahora presento.

Me crean o no, me complace decir que estaba equivocado. Los árboles que están ahí sí son encinos, a esta especie le denominan "Encino arroyero", "Encino bellotero" o "Encino negro". Su nombre científico es Quercus brandegei, y es endémica de Baja California Sur. Por lo que leo, se presenta en altitudes de 500 a 1000 msnm. Como pueden ver el mejor nombre es ese de "arroyero" ya que, efectivamente, crece "en" el puro cauce de las riadas.

Las flores del encino no presentan pétalos, además no son flores "perfectas", ya que hay flores femeninas y masculinas (no tengo ni idea del sexo de las de la fotografía).

Pienso que algo que hace muy atractivo el lugar es que, nomás volteando a un costado, uno se encuentra con un paisaje muy diferente. Noten las palmeras nativas del fondo, el "palo verde" (Cercidium sp.) y, en primer plano, la pitaya dulce (a la izquierda), y la pitaya agria (un poco a la derecha).

Un par de semanas después el "palo verde" tenía una floración escandalosa, y los escuincles eran felices aprovechando el cauce del arroyo para corretear y jugar.

Aquí el "Palo Verde" y sus flores. Estas sí son "perfectas".

La erosión ha provocado que las distintas capas que conforman el terreno queden al descubierto. Sin embargo, que yo sepa, no es zona de fósiles.

En esta toma tengo a mis espaldas al "palo verde" que presenté antes. El encino que está al fondo, al centro, es el que aparece en las dos fotografías que siguen.


Para mí ese grupo de encinos es una de las tantas representaciones posibles de la tenacidad de la vida misma, y es que ¿a quién se le ocurre crecer en medio de un arroyo de temporal? pero, peor aún ¿cómo le hizo para conseguirlo? Y es que noten como la base de los encinos está parcialmente sepultada por la arena producto de la erosión y que es arrastrada por las avenidas provocadas por los ciclones o las lluvias de temporal. Cabe decir que, indudablemente, hay años "tranquilos", en los que los ciclones no se acercan en exceso, pero hay otros en que las avenidas son capaces de arrastrar tractores y camiones.

Y ese grupo de encinos, aunque quizás a punto de dar lo último de sí mismos, ahí sigue. Noten como uno de ellos, bien mañoso, hasta que como que trae bastón.

Quizás lo más increíble de todo es que para tomar estas fotos no debo haber caminado más de 100 metros de ida y los de venida.

En la siguiente ilustración los encinos son los árboles que se aprecian en el cauce del arroyo y sus riberas. Es una pequeña "mancha", un auténtico microambiente que, en cierto sentido, es una suerte de "oasis" biológico. El diminuto grupo de árboles a la derecha del letrero que puse, en el puro centro del arroyo, es el que aparece en las fotografías finales.


RRS

2 comentarios:

bandala dijo...

Hola, como podrás ver aquí ando reapareciendo de nuevo.
Me parece impresionante ver unos árboles tan frondosos en medio de la arena. Dices bien, son una muestra de la tenacidad de la vida por aparecer y perseverar en medio de las condiciones más adversas que, al menos en este caso supongo, son obra del mismo medio y no del hombre.

A todo esto, lo que sí es raro es el nombre del lugar, ya que estos encinos son bastante grandes como para merecer el diminutivo, aunque supongo que debe ser más cariñoso que descriptivo.

Saludos!

Xerófilo dijo...

Hola Bandala:

Te agradezco muy mucho que no hayas dejado huérfana esta serie de fotografías.

Sí. Es bellísimo ver esas árboles en un lugar tan inesperado.

Y sí. Esa especie es nomás de ahí. No es cosa humana su adaptación a esas vertientes.

Y sí. No alcanzo a entender como pueden resistir las avenidas de agua.

Y sí. "Los Encinitos" es total y definitivamente un apelativo cariñoso.

Por muy diversas fuentes tengo idea de que también es un apelativo de remembranza.

Algo así como: "¿Te acuerdas que a gusto estuvimos allá, en Los Encinitos?

Saludos

RRS