9/12/11

Biznagita.Cochemiea poselgeri


Desde que empecé a tomar fotografías de la vegetación de la península de Baja California, uno de mis gustos principales es el de encontrar cactáceas silvestres que tengan flor. Es algo así como tratar de llenar un álbum de estampas.

Encontrar los cactos con flor es más raro de lo que puede parecer, lo que tiene varias causas, como son lo restringido de la época de floración, lo disperso de las plantas, lo recóndito de su hábitat e, incluso, la hora en la cual se “abre” la flor. Supongo que hay más, pero ahorita son las que se me ocurren.

Y es ahí donde caigo en la cuenta de que después de cinco años de andar buscando esos “premios”, en realidad son pocas las especies que he logrado fotografiar en ese estado.

Déjenme decirles que, además, la flor es de particular importancia para los biólogos, ya que no es raro que sin ella la planta sea difícil o imposible de identificar, lo que en nuestro caso puede dificultar ponerse a platicar sobre ella y, en otros realmente serios, hacer un estudio adecuado.

Por ejemplo, para la planta que ahora les presento, ahora puedo decirles que se trata de cactos que normalmente son polinizados por colibríes, lo que no podría platicar sin saber el género al que pertenecen; también puedo decirles que el género es dedicado a los Cochimís, que es uno de los grupos indígenas que habitó la península en el pasado (ahora inexistente en Baja California Sur, aunque aún hay un grupo aislado en el estado de Baja California).

Así que me da gusto presentarles esta cactácea (Cochemiea poselgeri) que recién me encontré en los últimos días. Las fotos con las flores son del sábado 26 de noviembre, y las de los frutos del día 3 de diciembre.

Fueron tomadas en las partes altas del cauce de un arroyo que se llama “La Huerta”, y si pude tomarlas fue porque me “perdí” cuando regresaba hacia el carro. Sin embargo ese no fue el único incidente afortunado. Revisando información sobre esta cactácea me encontré con que normalmente florea en julio y agosto, es decir, en los tiempos en que los ciclones suelen llegar al sur de la península. Sin embargo este año nuevamente no llegó ni se “acercó” ningún ciclón, lo que volvió a tener como consecuencia un año bastante seco en la península.

Así que supongo que estas plantas están aprovechando las escasas lluvias de otoño que se han presentado; lo difícil ahora es conocer sobre las expectativas de germinar y prosperar que tendrán sus semillas.

Bueno, basta de botánica y ecología, ahora van las fotos; sin embargo quiero decir que las de las flores desmerecen bastante de su aspecto real, ya que fueron tomadas con una cámara analógica que tenía un rollo viejo, y al transferirlas a formato digital perdieron la escasa calidad de los originales.

Ahora si van las fotos.







En fin, espero que alguna haya sido de su agrado.


RRS

12/11/11

Mala Mujer


Después de tantísimo tiempo, por fin logro encontrar un hueco para volver a escribir por aquí. Lo malo es que la ausencia continuará, ya que por motivos de trabajo tuve que asistir a un “Taller de Planeación Estratégica” y debo continuar con el trabajo que se derivó de ello.
De cualquier forma, y casi como terapia, me las he ingeniado para salir al campo varias veces en las últimas  semanas; así que no puedo quejarme. Me ha estado acompañando una amiga a la que también le gusta la fotografía y eso, como ya he dicho antes, es como tener cuatro ojos; es decir, se ven más cosas.
Las fotos que les presento hoy son de una planta que se llama “Mala Mujer” o “Caribe”; es un nombre común cargado de prejuicios, ya que es una planta urticante. Su nombre científico es Cnidoscolus angustidens, las que yo he visto son más bien chaparras, poco más de medio metro, pero según leo llegan a medir poco más de un metro. 
Las muy canijas tienen esos pelos sobre las hojas, tallos y fruto que se aprecian en las fotos. En la base de los pelos se puede observar una pequeña glándula blanca, que es la que produce la sustancia urticante. Sin embargo hay algo muy curioso. El fruto, que es una “cápsula”, contiene semillas comestibles, ya sean crudas o tostadas.
En la primera foto pueden apreciar la “geometría” de la planta. La forma en que parece estar escudándose en todas direcciones, las siguientes son detalles de las hojas. Todas esas las tomé en julio. Las plantas estaban rozagantes y algunas empezaban a florear. 
 Ahora viene una de la cápsula, la tomé a mediados de septiembre. Como ven la cápsula aún estaba verde, apenas empezaban a madurar.
  Para mediados de octubre, la mayor parte de las plantas ya estaban mustias, muriéndose. Por torpe no les tomé fotos, ni modo, tendrán que creerme. Pero sí tengo unas fotos de finales de octubre. Para mí lo más llamativo es la reducción de sus defensas, en número y tamaño, lo que supongo las va dejando indefensas.
Me parece un buen ejemplo de lo que es una planta anual. Ahora las semillas entrarán en latencia, y posiblemente germinen hasta el año que entra.
Más allá de que se trata de una planta que se pudiera considerar “desagradable”, lo cierto es que su diseño tiene una gran belleza. Por otro lado, lo de ser urticante no es más un medio químico de defensa que en realidad es bastante común en la naturaleza.
Espero que cuando menos alguna de las fotos les haya gustado.

Saludos a todos.
RRS

24/7/11

Peces, pescados y pescadores de BCS

Ausente mucho tiempo. Mal. Pero bueno no queda sino seguir tratando de compartir vivencias e imágenes.


La verdad es que ahora sí, se los dedico con hartas ganas a Carmen y a Sorokin, quienes siempre andan al pendiente de lo que aquí ocurre.


Las fotos de hoy son de la pasada semana santa, ocasión en la que mi hija me visitó y me la pasé en playas y cerros de la vertiente sur del Golfo de California.


Las fotos de hoy son playeras (de playa, no de vestimenta), ya lo verán. Son una ilustración escuálida de lo que se puede apreciar en menos de una semana en esas costas.


Espero les gusten.


Aquí, en la primera, hay dos peces "atrapados" en una poza de mareas. A ver si los encuentran.


Ahora vienen unas fotos de un gringo que capturó Un "pez fuerte" y un par de "pericos". El pez fuerte es bien pariente de los jureles. Los pericos tienen parientes más raros en los nombres comunes, pero lo cierto es que su filete es muy apreciado regionalmente.




Ahora viene algo que por acá no es muy raro, son peces varados en la playa. La fotografía la tomé en el amanecer, y la marea había estado alta durante la noche. Evidentemente estos peces corneta se vieron atrapados por la bajamar. Si mal no recuerdo, había unos quince en fila. No conozco de que se consuman estos peces, pero se me hace que asados deben estar sabrosos. Se me figuran charales grandototes. Lo de asados lo digo porque tienen hartas espinas.



Ahora vienen nueve imágenes, no sólo de la misma secuencia sino, según yo, con pura familia. Son familias pescadoras. Vean como disfrutan de la pesca del día.


En esa ocasión, su pesca principal fue tiburón y "cornuda" (tiburón martillo).


Ese día me enteré de que la aleta de "cornuda" se las compran a $1200 pesos el kilo, mientras que la de tiburón sólo cuestan $500 pesos. Los pescadores nos explicaron que eso se debía a la cantidad de cartílago que tenía cada especie. A más denso, más caro.



De la serie, las que siguen son mis favoritas. Aparecen los hijos de los pescadores. Diferentes actitudes en relación con su edad, pero miembros todos de esa comunidad. Aquí tenemos, por ejemplo, a los escuincles que ya se aburrieron de la novedad.


Y aquí al niño inquisitivo.



Aquí están los niños colaboradores (lavando las aletas).


Otros, más normales y fodongos, se dedican a dialogar sobre la anatomía del tiburón, y sobre cuántos piquetes habrán de darle a su panza antes de que se salga su contenido.



Antes de que haya muchos reclamos, déjenme decirles que aquí se ilustra una pesquería costera artesanal en la que se utiliza la mayor parte del animal capturado. Bajo ningún concepto debe confundirse con la pesquería industrial en mar abierto del tiburón, que es la verdadera causante del descenso de las poblaciones de esos animales.

Ahora miren otros animales que capturan en el curso de su jornada.


El Colorado-Amarillo es un pargo; los "pintos" son cabrillas sardineras. El de vientre plateado es un jurel o un "pez fuerte". Todos muy apreciados por aquellos a quienes les gusta comer pescado, aunque cada uno es ideal para cosas distintas.


Ahora les voy a presentar algunas especies que se usan como carnada, sea en la pesca artesanal o en la deportiva. La primera es una sardina tropical, el otro es del tipo de los "jureles". Ambos son perfectos para el consumo directo pero, sea por la especie o por la talla, acá se les usa simplemente como cebo.



Y, la verdad, ésta es una pobre muestra de lo que se llega a capturar en pesca deportiva en estos mares. El primero es un dorado, el otro un marlín negro.




A fin de cuentas, la carnada que sobra en la pesca deportiva, es solicitada por las personas que esperan en playa. Ahí cada quien pesca a su modo aunque, como ven, la faceta familiar parece que no se pierde.


Al final su pesca es más modesta, según yo son puros "sabalotes". Pero la verdad a ellos no les importa nada. Les divierte mucho pescar, y es comida.


No estoy seguro, de si sí o si no, pero me parece que algunas de las imágenes ilustran aspectos positivos de nuestra interacción con el ambiente.


Por eso me animé a ponerlas aquí.


RRS

29/5/11

Pueblos Mineros I. El Rosario.


Hace relativamente poco, el amigo Sorokin señaló en los comentarios que no conocía que se hubiera practicado la minería de oro en Baja California.

Fue un comentario feliz, ya que eso da pie a empezar a desahogar un tema que había andado rehuyendo, ya que me gusta mucho y quería leer más sobre ello. Pero luego de varios años de sacarle la vuelta, ya es tiempo de empezar a presentar fotos de esos lugares que me gustan tanto, y cuya historia es triste y sumamente interesante.

El lugar que ahora les presento se llama actualmente “El Rosario”, aunque también es conocido como “Las Gallinas”. La “ficha” que colocó el Instituto Nacional de Antropología e Historia a las puertas de su iglesia dice así:

Originalmente la región de El Rosario estuvo habitada por los indios huchitíes que abarcaban las tierras que se extienden desde las cercanías de Todos Santos hasta las inmediaciones de La Paz. Incluían en sus territorios de recorrido los sitios donde después se fundaron los reales de Santa Ana, San Antonio y el mineral de El Triunfo. La región se pobló después con mineros, gambusinos y pequeños ganaderos que se hicieron de un espacio gracias al laboreo de las minas. El Rosario es conocido también con el nombre de Las Gallinas, debido a que en la segunda mitad del siglo XVIII se encontró en este lugar una pepita de oro con la forma y el tamaño de un huevo de gallina. A mediados del siglo XIX, en 1855, el primer obispo de La Paz, Juan Francisco Escalante, autorizó la construcción de esta capilla que fue bendecida en 1863 y se convirtió en asistencia de la parroquia de San Antonio.
En el interior de este templo se conserva una imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de esta comunidad. Se trata de una estructura de madera tallada y policromada que data del siglo XIX.”


Con respecto a los huchitíes he leído que eran una rama del grupo “Guaycura”. Sus tierras, además de ser zona de minerales, son una de las pocas en que existen algunos manantiales permanentes en la zona de la Sierra de La Laguna, por lo que la interacción con los conquistadores europeos fue más intensa.

Por ello no es de extrañar que los huchitíes hayan sido el primer grupo indígena que se extinguió en la península durante la ocupación española, lo cual tuvo diversas causas, que van desde las militares (sojuzgar rebeliones) hasta la ausencia de resistencia a las enfermedades europeas. Adicionalmente, el régimen impuesto por los misioneros trastocó desde sus raíces su estilo de vida, que era el de nómadas itinerantes, de tal forma que al forzarlos a asumir cierto grado de sedentarismo, y hacerse dependientes de unos establecimientos misionales que nunca lograron ser autosuficientes, provocaron una merma en su estado general de salud. Según leo, los últimos huchitíes fueron desterrados a la misión de San Javier, situada a unos 300 Km. al NO de sus tierras natales.

Por último, cabe decir que una enorme cantidad de las fotografías que han aparecido aquí, corresponden a la zona que ellos habitaron.

Ya con respecto a “Las Gallinas”, en otro libro me encuentro con que desde 1730 era una estancia de pastoreo del ganado que pertenecía a la misión de Todos Santos.

Sin embargo, a partir de 1748 cuando el andaluz Manuel de Ocio inició la explotación en el Real de Santa Ana (aproximadamente a 50 Km. al SE de La Paz), fundando posteriormente el Real de El Triunfo y el de San Antonio, el área de El Rosario empezó a ser disputada entre los mineros y la misión de Todos Santos con ese fin, aunque por lo que he leído, también se empezó la actividad minera ahí en la década que inició en 1750.

También sé que ahí tuvo su asiento una hacienda que se llamó “El Oro”, y de la cual hablaré posteriormente para no excederme demasiado.

Por ello, en esta ocasión me limitaré a mostrarles algunas fotos de El Rosario, que después de haber tenido cierta importancia en el siglo XIX, pasó a ser un pueblo casi abandonado en el presente, ya que actualmente es visitado más por ser el lugar en el que se encuentra el “Santuario de los Cactos”, que por otra razón.

Primero otra vista de la iglesia, que en la parte posterior tiene una tumba impresionante.







Las que siguen son dos vistas de construcciones que también se encuentran en la plaza del pueblo. Todas las que están a la derecha están abandonadas. Me imagino que eran las tiendas del pueblo.






Aquí algunas vistas de su interior:








La que sigue es del rincón que se ve a la derecha de las fotos de las  casas. Me gusta mucho por esa banca de piedra que está adosada a la pared, me imagino cuánta gente y para qué pláticas se habrán reunido ahí para aprovechar su frescor.


Aquí, otra de las casas antiguas cercanas a la plaza.


Pero las construcciones periféricas son totalmente diferentes, miren:


Pese a que la riqueza se ha ido del lugar, eso no quiere decir que el lugar realmente esté deshabitado. Por su ubicación es el lugar al que concurren a la escuela los niños de las rancherías vecinas; aquí el jardín de niños, está vacío porque era sábado.


Y esta es de la escuela primaria en un día de votación.


Desde hace algunos años el gobierno estatal trata de integrar algunos de estos pueblos a las rutas turísticas, una de las acciones que aplicaron aquí fue la construcción de un kiosco en la plaza. 


Sin embargo a mí me parece que ha sido más importante el llevar algunos talleres para propiciar la elaboración de productos diversos. Yo he sabido de talleres para la elaboración de dulces, que aunque ya se hacían, ahora se pretende mejorar las medidas de higiene. También se de talleres para la elaboración de alebrijes y bolsas. Todo eso es bueno, aunque a mí aún me gusta más la elaboración de artículos tejidos de fibras vegetales, y algo más reciente, que es el trabajo en barro. Sin embargo de eso no tengo fotografías.

Ya por último, dejó fotografías de algunas flores y vainas, nomás para que Carmen no las extrañe. Todas fueron tomadas en el poblado.




Cuando uno se aleja de El Rosario y se voltea, es así como se ve (al fondo se observa la Sierra de la Laguna).


Esa era la tierra de los huchitíes.

RRS