Hay cosas que uno pasa sin ver, desatento.
Incluso si uno las observa parecen exentas de significado, huecas y muertas.
Nada más falso. Miren si no.
Estos son los restos del fruto de una pitaya agria. Evidentemente no fue consumida por un ser humano.
¿Quién se lo comió?
Sepa la bola.
Lo que me impresiona es que en esa "huequez" haya tanta vida.
Me explico.
Es casi cierto que un pajarito-pajarraco llegó, la picoteó y se zampó buena parte del fruto.
Es casi cierto que luego llegaron avispas a libar y chupar de su azúcar.
Es casi cierto que llegaron hormigas tragaldabas a llevarse cachitos de pulpa y, tal vez, alguna semilla.
Cabe la posibilidad de que un ratoncito de campo llegase a mordisquearla (lo dudo, la abertura era pequeña, pero, a la mejor, era un ratoncititito).
Lo cierto es que comérsela fue bueno para ellos y, en esencia, también para "ella".
Y eso es porque, cabe la posibilidad, de que la popó del pajarraco-ratón haya dado lugar a una nueva pitaya.
También cabe la posibilidad de que las hormigas, al enterrar una semilla, hayan dado lugar a una nueva pitaya.
Pero, la neta, la neta, es que las avispas si son bien gorronas.
Y ya.
RRS
4 comentarios:
Ahhh qué bonito.
Y eso de que la caca de los bichos hagan lo propio para dispersar las semillas se me hace algo tan tierno. Ese pan de harina de semillas de pitayas digeridas me llama mucho la atención.
Las pitayas me encantán y sus flores son tan preciosas.
Lástima que esos regionalismos no permiten que lleguen a México la cantidad de pitayas de hermosos colores que han en tantos lugares de la república.
Como las de Tehuacán, o las amarillas dulcísisimas que comí una vez en Autlán, Jal.
Saludos mi estimado Xerófilo
Hola Carmen:
Qué bueno que te gustó. Y sí, tienes razón, el papel de los bichos en la germinación y dispersión de las semillas es una de las cosas fascinantes de la biología de las especies.
Pero lo del "pan de harina" que mencionas se me hace bien impracticable en la actualidad (en su versión original).
Sin embargo quizás algo puede hacerse. En un pueblo de por acá que se llama "El Triunfo" una mujer mayor me contó que hace muchos años, en la época de la pitaya, se usaba hacer agua de ese fruto, pero lo nuevo para mí es que me dijo que las familias pobres recogían la semilla que flotaba y con ellas hacían pinole. También me dijo que es delicioso. Quizás el problema es que habría que juntar muchísimas pitayas para sacar una cantidad razonable de semillas para hacer el pan. Por cierto, acá cuando es época (en ese mismo poblado) se van tempranito a recogerlas y regresan con cubetas y cubetas llenas.
Fíjate además que yo no conozco las otras variedades que me dices. Acá la pitaya dulce la he visto en dos "formas", en una la cáscara del fruto es verde y la pulpa es blanca, en la otra tanto la cáscara como la pulpa son rojas. Ambas son dulces y sabrosas.
Pero no coincido en tu apreciación de los "regionalismos". Es eso lo que nos da diversidad y, sobre todo, pretexto para seguir conociendo los rincones de nuestro país ¿no crees?
Gracias por venir y comentar.
Saludos
RRS
pff de chavillo me iba al campo con mi papá y el me cortaba pitayas idénticas a esas, era la onda.
Ya hasta se me olvidó a qué saben.
Saluods.
Hola Archivero:
Tengo una imagen mental similar a la tuya.
Viajes familiares al estado de Hidalgo, en que mis padres recolectaban el fruto del garambullo para compartirlo dárnoslo a probar.
Acá hay garambullos, pero nunca me los he encontrado con frutos.
Tampoco me acuerdo a qué saben, han pasado muchos años, pero sí, coincido, esos recuerdos son la onda.
Saludos
RRS
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