24/7/11

Peces, pescados y pescadores de BCS

Ausente mucho tiempo. Mal. Pero bueno no queda sino seguir tratando de compartir vivencias e imágenes.


La verdad es que ahora sí, se los dedico con hartas ganas a Carmen y a Sorokin, quienes siempre andan al pendiente de lo que aquí ocurre.


Las fotos de hoy son de la pasada semana santa, ocasión en la que mi hija me visitó y me la pasé en playas y cerros de la vertiente sur del Golfo de California.


Las fotos de hoy son playeras (de playa, no de vestimenta), ya lo verán. Son una ilustración escuálida de lo que se puede apreciar en menos de una semana en esas costas.


Espero les gusten.


Aquí, en la primera, hay dos peces "atrapados" en una poza de mareas. A ver si los encuentran.


Ahora vienen unas fotos de un gringo que capturó Un "pez fuerte" y un par de "pericos". El pez fuerte es bien pariente de los jureles. Los pericos tienen parientes más raros en los nombres comunes, pero lo cierto es que su filete es muy apreciado regionalmente.




Ahora viene algo que por acá no es muy raro, son peces varados en la playa. La fotografía la tomé en el amanecer, y la marea había estado alta durante la noche. Evidentemente estos peces corneta se vieron atrapados por la bajamar. Si mal no recuerdo, había unos quince en fila. No conozco de que se consuman estos peces, pero se me hace que asados deben estar sabrosos. Se me figuran charales grandototes. Lo de asados lo digo porque tienen hartas espinas.



Ahora vienen nueve imágenes, no sólo de la misma secuencia sino, según yo, con pura familia. Son familias pescadoras. Vean como disfrutan de la pesca del día.


En esa ocasión, su pesca principal fue tiburón y "cornuda" (tiburón martillo).


Ese día me enteré de que la aleta de "cornuda" se las compran a $1200 pesos el kilo, mientras que la de tiburón sólo cuestan $500 pesos. Los pescadores nos explicaron que eso se debía a la cantidad de cartílago que tenía cada especie. A más denso, más caro.



De la serie, las que siguen son mis favoritas. Aparecen los hijos de los pescadores. Diferentes actitudes en relación con su edad, pero miembros todos de esa comunidad. Aquí tenemos, por ejemplo, a los escuincles que ya se aburrieron de la novedad.


Y aquí al niño inquisitivo.



Aquí están los niños colaboradores (lavando las aletas).


Otros, más normales y fodongos, se dedican a dialogar sobre la anatomía del tiburón, y sobre cuántos piquetes habrán de darle a su panza antes de que se salga su contenido.



Antes de que haya muchos reclamos, déjenme decirles que aquí se ilustra una pesquería costera artesanal en la que se utiliza la mayor parte del animal capturado. Bajo ningún concepto debe confundirse con la pesquería industrial en mar abierto del tiburón, que es la verdadera causante del descenso de las poblaciones de esos animales.

Ahora miren otros animales que capturan en el curso de su jornada.


El Colorado-Amarillo es un pargo; los "pintos" son cabrillas sardineras. El de vientre plateado es un jurel o un "pez fuerte". Todos muy apreciados por aquellos a quienes les gusta comer pescado, aunque cada uno es ideal para cosas distintas.


Ahora les voy a presentar algunas especies que se usan como carnada, sea en la pesca artesanal o en la deportiva. La primera es una sardina tropical, el otro es del tipo de los "jureles". Ambos son perfectos para el consumo directo pero, sea por la especie o por la talla, acá se les usa simplemente como cebo.



Y, la verdad, ésta es una pobre muestra de lo que se llega a capturar en pesca deportiva en estos mares. El primero es un dorado, el otro un marlín negro.




A fin de cuentas, la carnada que sobra en la pesca deportiva, es solicitada por las personas que esperan en playa. Ahí cada quien pesca a su modo aunque, como ven, la faceta familiar parece que no se pierde.


Al final su pesca es más modesta, según yo son puros "sabalotes". Pero la verdad a ellos no les importa nada. Les divierte mucho pescar, y es comida.


No estoy seguro, de si sí o si no, pero me parece que algunas de las imágenes ilustran aspectos positivos de nuestra interacción con el ambiente.


Por eso me animé a ponerlas aquí.


RRS

10 comentarios:

Sorokin dijo...

Hola Xerófilo. Precioso post. Muchas gracias por dedicármelo, ya sabes que a mí el tema de los peces y pescados me gusta mucho.

Impresionante la riqueza de pesca que tiene el mar por allá. Te diré que, en la primera foto, he conseguido localizar un pez, que está justo en el centro, pero el segundo no lo veo.

En cuanto al gringo, ha hecho una buena pesca sin duda. Supongo que todo se come.

Los peces corneta se parecen mucho a los que llaman en la isla de Madeira "espadas" (que no son peces espada o "espadones" como les llaman los italianos) y que preparan al horno con bananas. Están muy sabrosos. Tienen una carne muy blanca, con una consistencia parecida a la pescadilla. Acompañados de la banana horneada están deliciosos, aunque tal vez no sean los mismos que los de tu foto, porque no recuerdo que tuvieran muchas espinas.

El pargo, desde luego es un pescado muy agradable de comer. El jurel, no sé, debe ser otra especie que los de aquí, que son más pequeños.

Diría que usar la sardina como cebo, es un desperdicio, pero, claro, si es para conseguir peces mayores, es lógivo. Supongo que guardarán alguna para comer: asadas a la brasa están muy buenas. Eso sí, hay que hacerlas en un sitio abierto, porque si no, toda la casa se llena de olor a sardina durante días. :-)

Insisto, magnífico post. Un saludo

Xerófilo dijo...

Hola Sorokin:

Un gusto saludarte de nuevo.

De los peces de la primera foto, ya me hiciste dudar, ya que yo no veo el del centro. Yo me refiero a un par que está en la esquina inferior derecha. Son de diferente especie.

La pesca del gringo me impresionó mucho, sobre todo porque a hizo con arpón. No me extraña que arponeara a los pericos, que son huidizos pero más bien lentos, pero haberle atinado al otro, que es un animal veloz, si me sorprendió.

Voy a averiguar sobre esos peces de Madeira, pero definitivamente estos son muy espinosos y muy delgados, de ahí mi ocurrencia de asarlos. Deben ser sabrosos, ya que comen puro plancton.

Por acá hay varios "jureles", varios incluso mayores al que agarró el gringo. Es muy apreciado, ya que además se puede ahumar, lo que le da un valor agregado, económico y gastronómico, muy distinto.

Fíjate que en México, desgraciadamente, el uso directo de la sardina fresca es muy raro. De lo que se captura la mayor parte se hace harina para piensos de animales (una verdadera locura), otra parte se enlata para consumo humano. Yo esas sardinas las he fileteado y hecho ceviche. Cuando andas a medio mar, pescando, te aseguro que saben a gloria.

En fin, un gusto saludarte. Qué bueno que te haya gustado esta entrega.

Saludos

RRS

Carmen dijo...

Yo quiero todo, me lo llevo.
¿Cómo es posible?, las carnadas que les ponen a los peces por allá, son los pescados pútridos que compró por acá. Ay, ese pez fuerte, mis jureles de acá son unos ripios al lado de esos pescadotes.
Precisamente esta es la respuesta al mirar la península como mi paraíso para vivir querido Xerófilo.
Lo que sí yo no vi ningún pez escondido, y esa fue la única foto que no me gustó, se ve muy gúacala. Todas las demás fotos son hermosas, gracias por la dedicatoría

Xerófilo dijo...

Hola Carmen:

Para empezar, me da gusto que te haya gustado.

Ya me imagino la cantidad de cosas deliciosas que se te ocurrirían y harías con esos peces, incluidos los "corneta" que estaban varados en la playa.

No tecreas, ya después de unos tres años de "conocernos", pienso en ti cuando veo cosas suculentas, extrañas e interesantes desde el punto de vista gastronómico.

Me haces sonreir con eso del "guácala". La poza de mareas no era de agua estancada, y toda esa variedad de colores son de las algas y bicharrajos que andan por ahí. Te gustaría ver esas pozas, te lo aseguro.

Pero eso ya lo sabes, nomás lo dices por malorearme.

Recibe un abrazo muy cariñoso. Gracias por seguir viniendo a visitarme.

RRS

*Marianita* dijo...

yo los vi, yo los vi!!!
y sí, están abajo a la derecha en la primera foto.

conforme fui leyendo tu escrito tuve sentimientos encontrados y muchas preguntas me quedan.

creo que me enoja un poco, pero vivo en otra realidad. en mi realidad se comen pollos, vacas y cerdos criados y alimentados (de maneras inhumanas), se comen frutitas y verdudas (rociadas con una gran variedad de químicos poco amigables con el ambiente). Esa es mi realidad y la reconozco aunque también me enoja, así que no sé cómo actuaría al ver cómo consumen a los tiburones. Todo es relativo pues. Pero tienes razón al decir que es otro tipo de pesca la que realmente merma a las poblaciones. Esto que ilustras son usos y costumbres, que como vemos, integran a la sociedad, las familias se juntan, trabajan en equipo, conviven, seguro platican sus problemas y seguro encuentran soluciones entre tantos... y seguro que si se les prohibiera tal actividad, acabarían embriagándose en tan bellas playas, con familias cuyos miembros se vuelven extraños.
zaz, creo que ya viajé mucho, pero así lo pienso, así que en cierta forma, me quedo con la misma duda que tú al final comentas.
la foto de los niños aburridos me ha parecido buenísima, muy oportuna, muy ilustrativa, muy interpretativa... muy colorida. no sé si bonita sea un adjetivo adecuado, pero es grande.
ya quiero ver esos azules infinitos del mar.
saludos, qué gusto que vuelvas.

pd: ¿como cuánto mide un pez larguchón corneta? están re chistosos.

Xerófilo dijo...

Querida Mariana:

Lo de los sentimientos encontrados, la verdad, es que es algo que compartimos por nuestra formación.

Te agradezco mucho que destaques en tu comentario tu percepción sobre la diferencia entre los distintos tipos de pesquería. Como señalas, aquí se trata de pesca ribereña, artesanal, familiar y, como bien dices, tradicional.

Por otro lado, no te creas, es una pesca muy restringida en términos de los lugares en que se puede realizar.

Déjame platicarte que, de hecho, hay algunas especies cuya pesca está prohibida para los pescadores ribereños. Únicamente se les permite a los de pesca deportiva. Eso está bien súper mal, ya que restringe el "nicho" del pescador tradicional ¿Cómo cuestionar entonces la pesca del tiburón si ya les prohibiste el acceso a otros recursos?

Y pues sí, ¡¡¡Zaz!!! Ya viajamos mucho, pero es un buen viaje, y siempre coincidiré contigo en la necesidad de educar respecto al uso de nuestros recursos, y de regular y controlar en forma adecuada el uso de nuestros recursos.

Espero que muy pronto veas estos tonos de azul, y que no te arrepientas si es que vienes en época de calor.

Los peces corneta miden como 50 cm. Debe haber más grandes, pero no creas que mucho. El género es Fistularia y, si no me equivoco, la especie es comersoni. Aquí lo malo es que no me acuerdo si lleva doble "n", doble "i" o ambas.

Me da mucho gusto que vengas.

Un abrazo fuerte y cariñoso.

RRS

Carmen dijo...

No te pierdas Xerófilo, no te pierdas, sigue alimentando de fotos bonitas este blog.
Te extraño

Xerófilo dijo...

Querida Carmen:

No me he perdido ni me perderé.

Simplemente he estado sobresaturado de trabajo y emociones.

Me hiciste llorar con tu exhorto.

En un par de semanas, todo lo más, regreso.

Tengo muchas, muchas fotos, así que no es por ese tipo de anemia mi ausencia.

Yo también te extraño.

Saludos

RRS

Enrico dijo...

Uff cada vez mejores tus post, ya queremos libro!! Oye te recomiendo abrir twitter, o ya tienes? lo puedes con figurar para que al menos nos comunique tus entradas. Por cierto, tengo un proyecto llamado www.lagiraffe.com y ya te estoy tuiteando. Si un día gustas colaborar sería un honor! Abrazo.

Xerófilo dijo...

Hola Enrique:

Que bueno que te gustaron las fotos y el tema. La verdad lo de titer no me llama la atención, pero gracias por la invitación. Lo de colaborar suena muy interesante, pero la verdad no se me ocurre cómo. Periódicamente veo lo que haces en "La Giraffe", me gusta mucho.

Saludos

RRS