10/4/10

Animales Vivos

Cuando fui a San Juan de la Costa la marea estaba baja.

Eso da oportunidad de ver un montonal de animales de diversa índole.

Los primeros ni al caso con la marea, pero me gustaron. ¿Sabían ustedes que por acá la machaca más apreciada era la de burro? A mí una vez me regalaron como un kilo y estaba bien sabrosa.


Hace mucho años mi papá me contó que le había tocado ver una manada de burros cimarrones en el "Llano de Magdalena" (es una localidad entre Ciudad Constitución y Bahía Magdalena, que a su vez es uno de los cuerpos de agua a los que llega la ballena gris todos los años).

Recuerdo que me dijo que esos burros eran unos animalones impresionantes.

Cuando llegué acá ya los habían cazado a todos, así que no me tocó verlos. Pero aún hay algunos domésticos. En realidad creo que los conservan más para producir mulas, que son el verdadero animal de carga de por acá.

Bueno, ya me puse muy platicador. Ya mejor les muestro algunos de los bichos de la zona entre mareas.

Este pez tarugo se quedó atrapado ahí cuando la marea bajó. En realidad no era tan menso, se recostó a esperar que la marea volviera a subir. Sus filetes son bien sabrosos e ideales para los niños, ya que prácticamente no tienen espinas. Acá les llaman "cochis" o "cochitos", ya que cuando son capturados gruñen como marranos (no, no me lo comí por dos razones, la primera es que mi "amiga-bióloga" no me hubiera dejado, la segunda fue porque estaba muy chico).


Esta es una anémona.


Este cerro es una lapa (molusco).



Y esto es otro molusco tipo ostión (mi amigo que sí sabe de moluscos no me supo decir qué era, vamos a regresar ahí nada más para averiguar).



La que sigue es como una cordillera volcánica. Los conos son formados por unos crustáceos que viven ahí adentro. Les llamamos "balanos". No deja de ser curioso que son más parientes de los camarones o langostas que de las lapas o los ostiones.



La última me gusta mucho. Los del primer plano son dos moluscos-caracoles. La blanca es una Oliva, el otro una Nerita. Pero fíjense como, allá atrás, hay un cangrejo ermitaño que ocupó la concha de una Nerita.


Yo digo que como que viene a ver que chisme se traen ¿no?

RRS

6 comentarios:

*Marianita* dijo...

yo no veo al ermitaño!!!

me gustaron los burros peninsulares :-)

¿sabías que hay gente que come anémonas? me parece excesivo, como ni no hubiera nada más que comer. dicen que son sabrosas, pero yaaaa... mejor coman pollo feo.
mmmm o un filetito de cochi tal vez.
el molusco tipo ostión parece una cemita con el queso desparramado.
creo que tengo hambre
jajaa.
saludoos!

Xerófilo dijo...

Hola Mariana:

Bueno, para empezar, y como de costumbre, gracias por no dejar "huerfanito" a éste capítulo.
De lo del ermitaño, fíjate bien. Está abajo del agua, atrás y hacia la izquierda de la Oliva. En realidad lo que se aprecia son sus patitas rojas que salen por debajo de la concha de la Nerita. Lástima que la foto no salió mejor, yo estaba clavado en la Oliva, que se andaba moviendo mucho, y no me di cuenta del cangrejo. Si todo hubiera quedado en foco sería una foto estupenda.

Los burros peninsulares son simpáticos, pero yo como que les tengo miedo. Mi amiga-bióloga se puso a rascarles las orejas, pero el grandote como que se enojo conmigo. Creo que fue porque percibió mi desconfianza. Y es que, fíjate bien, el canijo tiene las orejas mordisqueadas de que se pelean entre ellos. Por eso prefiero guardar distancias, sobre todo con los machos.

Lo de las anémonas lo supe a través de Carmen. La verdad no concuerdo totalmente contigo. Pienso que mientras la explotación de esos recursos sea regulada-controlada es válida. Eso sí, los vendería bien caros y, en lo personal, quizás los probaría en una sola ocasión, y eso quién sabe.

No es por darte por tu lado, pero ya desde hace tiempo he optado por abstenerme (pese a mi curiosidad) de probar cosas que me parecen "escasas".

En cambio los peces-cochi son bien abundantes, y bien sabrosos.

Saludos
RRS

Carmen dijo...

Cosas que parezcan escasas, pero sí es mi mayor perversión, incluso tortugas y aunque me dejen de hablar tú y Mariana. Bueno, no sé, lo dije sin pensar, yaaaaaa, no se enojen, qué quieren, bahh, soy omnívora, inconciente, desagradable, uff.

Cambiando de tema esas fotos de la marea baja ¿las tomate cuando bajo la marea o esos moluscos se encontraban en en fondo del mar?

Oye ese pez tarugo se me antojó, ahora sí estuviste muy gastronómico, como yo luego me pongo muy bióloca, je. Pero lo que sí no se me antoja es la machaca de burro. Mi cuñado me ha hablado que la mejor carne que ha comido es la de burro y mula. Dice que es deliciosa seca, la ha comido en Puebla.
A mí me gusta ir a la feria del Burro en Otumba el día 1 de mayo, adornan a los burros y los hacen correr en carreras. Yo nunca he podido ver los burros correr, es muchísima gente y apenas alcanzas a ver la sombra, pero me gusta el jolgorío de la fiesta que hay alrededor.
En la sierra Gorda, vi que había muchísmos burros silvestres, como que la gente los abandonó ahi, y los veías mucho a lo largo de la carretera por la parte más seca y pedregosa.

Un saludo mi estimadísimo Xerófilo

Xerófilo dijo...

Hola Carmen.
Yo no te dejaría de hablar, aunque comieras caguama, delfines, ballena o lo que fuera.
Lo que sí es que, insisto, te la vendería bien cara y la ganancia la usaría para estudiar y resguardar el recurso.
Según yo, esa es una forma práctica de llegar al auténtico desarrollo sustentable.

Pero ¿te das cuenta de tus contradicciones? Alguna vez leí en tu espacio que en alguna ocasión no te animaste a comer ancas de rana, ahora viene a ser que no comerías carne de burro, pero si le entrarías a la tortuga o, se me hace, a las anémonas ¿quién te entiende? ¿No comerías burro por esos ojos tan bonitos que tienen?
Pero está bien, sin nuestras propias ocurrencias-contradicciones no habría chance de cambiar de opinión o de mejorar, la vida sería aburrida.

Sé de la feria de Otumba, mi mamá tiene una amistad que tiene una como hacienda vieja por ahí. Me dijeron lo que tú me dices, que es casi imposible ver las carreras por el gentío. Yo acompañé a mi mamá una vez y pasamos al mercado. Me fascinó. Sólo pude tomar unas cuantas fotos, pero me pareció de una riqueza espeluznante.
A mí me gustaría mucho ver y fotografiar burros silvestres.

Respecto a las fotos en marea baja, con excepción del pez tarugo y la anémona, que están en el agua, las otras corresponden a organismos que quedaron expuestos al bajar la marea.
Yo no tomo fotografía submarina, en parte porque no tengo la cámara adecuada y, otro poco, porque no se bucear.
Sin embargo si me animaría a tomar fotos "en lo bajito", con ayuda de esnórquel.
Pero, la verdad, es que los bichos estos, que son capaces de vivir en el ambiente aéreo y acuático son bien bonitos e interesantes, y es que hay toda una gradación entre ellos, que está determinada precisamente por su tolerancia a la exposición al aire.
De veras que escribo de más. La respuesta es: no, no estaban en el fondo del mar (bueno, el pez y la anémona si ¿no?)

Regresando a la gastronómico. Fíjate que ese pez (el cochi) tiene un tipo de escamas bien peculiares, que hacen como una coraza en torno a él. El caso es que entonces, cuando capturas uno, pues nomás lo destripas, le metes en su pancita el relleno que se te antoje, y lo hechas a las brasas. Su coraza hace las veces de papel aluminio, de tal forma que los jugos quedan en su interior.
Ya luego, su piel se desprende con facilidad, dejándote una carne blanca y deliciosa (y sin espinas), cuyo sabor se agrega al relleno que hayas puesto.

Yo he visto a los pescadores hacerlo así a pie de playa. No tienes idea de lo delicioso que les queda.

Saludos. Gracias por hacerme platicar.
RRS

Carmen dijo...

Ya viene a tu espacio de nuevo, es que se está re-agusto. Mira contradictoria por supuesto que soy, ¿quién no lo es? tendría que ser perfecto y eso no existe en los humanos. Lo de no comer rana, era porque se veían re bonitas en el estanque, y un animal que me acariña y me gusta es como comerme a algun amigo o pariente. No como conejo, no como burro, no como iguanas ni nungún animal que me parezca hermoso, aunque sí como puerco y los amo, pero nunca comería perro (que yo sepa) y los detesto. ´Tons, pos sí soy rete contradictoria.
¿Sabes? me la paso viendo a cada rato mis fotos de Ensenada, veo toda la maravilla del mar que tiene su mercado y no hago más que lanzar suspiros y añoranzas sobre la pantalla. A veces le digo a mi marido que quiero volver y volver allá. Y vengo y me encuentro que me abres este apetito insaciable a comida marina a todo lo que da con ese pez cochi, que ya con los dos nombre tiene para ser encantador.

Xerófilo dijo...

Hola Carmen:
Qué bueno que te sientas a gusto al venir aquí.
Déjame decirte que, sin saber mucho de filosofía, la onda de la dialéctica siempre ha sido mi "percepción" preferida del universo.
Y es que según entiendo, la dialéctica considera que la contradicción es el motor del movimiento y el cambio.
Es por eso que me parece que nos acercamos más a la sabiduría (que no a la perfección) cultivando y desarrollando nuestras contradicciones que evitando tenerlas.

Ya respecto a la comida te diré que mi paladar no es tan sensible como el tuyo. Así que, la verdad, me parecería un desperdicio probar cosas "escasas". Prefiero que una persona como tú, que si las aprecia, las pruebe y me platique. Es así de simple.

Por otro lado, cuando era chavo, tenía ganas de probar chango, venado, iguana, cocodrilo y cualquier cosa exótica que se me ofreciera.
Sin embargo me ocurrió lo siguiente:
Fui a una de las pocas zonas de BCS en que hay peces de agua dulce. Íbamos a recolectarlos para reconocer qué especies había.
Resultó que también había tortugas de agua dulce.
Para no hacértela larga, pues también capturamos algunas, y yo me llevé tres a mi casa, una grande y dos medianas.
La grande era para comérmela y las otras dos nomás como mascotas. Cabe decir, en mi descargo, que hasta donde yo sé, la especie no se considera en peligro.
Total. El bicho que me comí resultó hembra. Traía más de 20 yemas adentro, que me supongo eran los huevos que iba a poner unos meses después.
La cocinó quien era mi esposa, que según yo sigue siendo una buena cocinera pero ¿sabes qué? pese a que la comida estuvo sabrosa me quedó la idea de que no había valido la pena (y eso que no le desperdiciamos nada, incluidas las yemas). Y es por eso que me abstengo de probar comidas "exóticas" (bueno, si de acuerdo a lo que sé, se consideran escasas).

No son ganas de avinagrar a nadie, pero en ese entonces pensé exactamente en lo que anotó Mariana arriba: mejor comer pollo feo.

Quiero insistir. Pienso que personas como tú, que realmente saben disfrutar e ingenian nuevas formas de preparación de los platillos, si son merecedoras de esos productos.
Obviamente insisto en mi punto, yo se los vendería bien, pero bien caros.

En lo de Ensenada tienes razón. En términos de clima es uno de los lugares más agradables del país.
Si a eso le sumas la variedad de productos naturales que hay ahí, pues ya ni hablar.

Hace mucho no voy para allá, pero siempre me desagradó la "gringolización" que se viene desarrollando es esa franja fronteriza, aunque es más notoria hacia Tijuana.

La verdad es que eso ya se aprecia incluso 1500 km más al sur, así que no sé si realmente te fuese grato vivir allá en forma permanente. Desgraciadamente me parece que tiene algo de oasis ficticio.

Perdón. Ya me puse reflexivo en forma innecesaria.

Me gusta mucho tu percepción del nombre de "pez cochi". Además me han dicho (no me consta, no los he probado) que su hígado es bien, pero bien sabroso.

Saludos. Gracias por venir a leer lo que contesto.
RRS