Hace medio poco a Mariana le llamó la atención el contraste que había entre dos fotografías panorámicas que presenté. Ambas las tomé desde las faldas de un cerro que está camino de “Matancitas”.
Me dejó pensando y recordé que en esas fechas tomé un grupo de fotos de una bursera para ilustrar precisamente ese contraste. La primera fotografía ya la expuse con anterioridad, pero me parece que es buena idea repetirla. La secuencia “seca” corresponde al 25 de septiembre, las “verdes” al 23 de octubre.
Ya después de lo de los "contrastes", pues seguí pensando en las burseras, y me dieron ganas de poner más fotografías, dado mi gusto por esos árboles tan retorcidos.
Lo bueno es que también tengo algo más para platicar.
En BCS a las Burseras se les llama “torotes”. Hay varias especies y yo todavía no las puedo distinguir, aunque como nombre común se que hay “torote rojo” y “torote blanco”.
En la entrada previa mencioné también del “cascalote”, que es una mezcla de la corteza de varios árboles que se utilizaba en la industria de la peletería. Tal y como yo lo entiendo, esa mezcla debe haber funcionado para teñir las pieles.
En el libro que cité en el capítulo previo, y que vuelvo a anotar en éste, nos dicen que inicialmente el “cascalote” se exportó, pero posteriormente dio sustento a una de las pocas industrias que llegó a desarrollarse en BCS. Ese libro nos informa que se elaboraron reglamentos para su explotación desde 1881, aunque todo indica que resultó imposible vigilar su adecuada aplicación. En 1897 se obtuvieron 5461 toneladas de ese producto. Su explotación fue tan intensa que en 1924 se prohibió su obtención en los terrenos propiedad de la nación.
De acuerdo a los datos que se presentan en ese libro, su exportación se suspendió a mediados de la década de los 40’s del siglo XX. Supongo que fue sustituida por otra materia prima, o que la industria química logró sintetizar a bajo costo las sustancias activas.
En la actualidad su utilización para esos fines es a pequeña escala, por parte de los rancheros.
A mí eso me da harto gusto. Miren lo bellos que son estos árboles y la forma en que contribuyen a crear algunos de los paisajes característicos de la península. Según yo es medio claro cuales son “torotes rojos” y “torotes blancos”; si no le atinan, vayan a que les revisen los ojos.
A mí me gustan mucho estos árboles.
Por cierto.
Feliz año a todos ustedes.
RRS
Cariño-Olvera, M. M., 2000. Historia de las relaciones hombre naturaleza en Baja California Sur 1500-1940. UABCS-SEP, México. 229 pp.