21/8/08

Complacencia Científica I


Allá abajito, la madrina del blog, al hacer un comentario, nos da pretexto para sacar más fotos de la tortuga que les presente.

Ella dice: "¡qué chula tortuga! ¿hasta qué tamaño llegan a crecer? o ... ¿qué tamaño tienen sus padres? Esa se ve re chiquitina."

El biólogo que mencioné tiene cuatro ejemplares, aparentemente dos machos y dos hembras. Otra bióloga que también trabaja en mi lugar de trabajo tiene un ejemplar hembra. Pertenecen al género Gopherus, pero el biólogo piensa que uno de sus machos podría ser de una especie diferente. El es muy buen taxónomo, por lo que estoy seguro de que su identificación (de las tortugas) debe ser difícil. Según me dijo quizás lo intente (la identificación) por la vía de la biología molecular (ADN, pues).

Total, el año pasado la tortuga de la bióloga puso huevos , obviamente sin fertilizar, ya que está solita. Fueron dos huevos que pesaron casi lo mismo, 32 gramos cada uno (¿se entendió que los huevos los puso la tortuga y que no insinúo que la bióloga sea una tortuga, verdad?)

En lo personal yo he pesado dos de las tortugas al día o dos de haber nacido, una pesó 16 gramos y la otra 17.2. Es decir, podemos suponer que en el proceso de ser "yema" a formación de "tortuga" el organismo pierde aproximadamente la mitad de su peso original.

La que sigue es una foto casi obligada para dar la idea de escala. La tortuga de la izquierda ni al caso, ya que es de las que venden en los acuarios, pero ya crecida; es acuática.
La pequeña es la que ya les presenté, la otra es el supuesto padre. El diámetro de la referencia es de 55 milímetros.

Aquí está la protagonista, en una foto más bien mediocre tirándole a pésima, pero no le hace. Está sobre la tapa de la lente que figura arriba.

Aquí está posando con su papá.

Y aquí está la mamá, que andaba a la corre y corre, como queriendo retar a la liebre.

En la siguiente fotografía está la cría con el macho que, parece ser, es de la otra especie. Como ven son agresivas, le está tirando una tarascada a la tortuga acuática (el biólogo tiene como tres terrarios y, normalmente, las tiene separadas para evitar estas agresiones). Si no me equivoco el ejemplar mayor debe tener unos 20 años. Su caparazón debe medir como 35 centímetros que, según un libro que tengo, es cercano a su talla máxima.


Las tortugas estas se la pasan copulando. La verdad no creo que ocurra lo mismo en condiciones naturales, pero en la jardinera-terrario que les conté, no hay vez en que yo haya ido de visita en que no anden bien apasionadas. Me parece posible que sea indicador de que en la naturaleza, siendo escasas, aprovechen cada encuentro para la fertilización, y que la hembra "guarde" el esperma hasta que sus óvulos estén listos. Aquí en La Paz las tortugas ovipositan por ahí de semana santa (marzo-abril) y las crías nacen entre julio y septiembre, coincidiendo con días de lluvia. El biólogo ya mencionado piensa que quizás la lluvia sea un disparador, ya que afloja la tierra, facilitando su irrupción (perdón, no mencioné que la hembra entierra los huevos).

Aquí les vuelvo a presentar a la protagonista, recorriendo sus lares.

Tan tan

RRS

PD. Nótese además que la madrina del changarro hizo honor a su sobrenombre: Preguntona # 1.

6 comentarios:

*Marianita* dijo...

muchisísimas hartas bastantes gracias por la complacencia.
medio me perdí entre tanta tortuga pa comprender quién era quién y cuál era el agresivo de la de la otra especie, el supuesto padre, el hijo del lechero... etc.
las fotos son maravillosas, la de la chiquitina con el macho "agresivo" a mí me pareció una foto tierna jajaja. así con todo y la tortuguita con la boca abierta como gritando "mamáaaaaa".

aunque sí se ve con cara de pocos amigos en la foto de abajo, con la acuática escondida y la chiquita en medio.
eso del peso diferente entre huevo y tortuga está rete interesante. tragan mucho siendo feto entonces jajaa.

yo quiero una tortuga así chiquita y colorida, porque las grandotas dan miedo y son opacas. pero me gusta la textura de sus patas.

Xerófilo dijo...

Hola Mariana:

Qué bueno que te gustó, mi apreciada madrina. Qué bueno que te esforzaste por entender la telenovela.

Pero acuérdate de no ser antropocéntrica. La "chquitina", como tu le llamas estaba lejos de gritar "mamááááá". Le estaba tirando una mordidota a la otra, a la acuática.

La esposa del biólogo, el que tiene las tortugas, me dijo que le habían dejado de ser simpáticas cuando vio la foto a la que tú aludes, la penúltima. Me dijo que no se había dado cuenta de que tenía cabeza de serpiente. Es muy cierto. Reptiles a fin de cuentas ¿no?

Respecto a que quieres una tortuga chiquita, déjame decirte que, si vieras a las adultas, quizás cambiarías de opinión. Son impresionantes. Cada una de sus escamas y estructuras tiene una "solidez" increíble.

Ver a las recién nacidas con las adultas es, simplemente, grato.

Saludos

RRS

Carmen dijo...

Y sigo con lo mismo: ¿Y no se comieron sus huevos? pues al fin que eran sin fertilizar. ¿no?

Por otro lado la foto cinco es una chulada esa tortuga chicornelilla que abre la boca de manera feroz, es encantadora.
Yo a los insectos de arriba les digo coje-coje por lo mismo que las tortugas en este caso.

Xerófilo dijo...

Hola Carmen:

Pues fíjate que le insinué a la bióloga la idea de probar a qué sabían los huevos, pero como que no le agradó.

A mí me hubiera gustado probarlos ya que, com bien dices, no eran viables.

Tú y tus expresiones. Leí primero tu comentario en el de las chinches y no entendía la razón de que les llamaras así.

Saludos.

RRS

Carmen dijo...

Claro, a poco no es linda la expresión, o qué? ¿muy mojigato?

Xerófilo dijo...

Carmen:

No seas malora, no es mojigatería, simplemente ignoraba que se les llamara así.

Además quien sabe por qué rumbo andes. Las que yo he visto son muy discretas en esos menesteres.

Saludos

RRS