Una vez se me ocurrió que una forma de comparar que tan vieja era una biznaga con respecto a otra era contar el número de espinas que tenía sobre cada "costilla".
Mi meta era poder decir algo bien acá, como: "Pues fíjate que yo ya ví una de 17 espinas", y así.
Sería el análogo de los cazadores que presumen de cuantas "puntas" tenía el venado que mataron, nomás que en mi caso el trofeo (la "prueba"), pues sería la pura foto (y mi labia).
Lo curioso es que este año vengo a descubrir que, quizás, mi enfoque simplista pueda darme una aproximación razonable de la edad de las biznagas o, al menos, del número de "épocas" de crecimiento por las que han pasado.
Me explico, en el libro que ya cité acá, mencionan que el crecimiento de las biznagas es de uno a tres centímetros al año, esa es la distancia aproximada entre las espinas que se ubican sobre la misma costilla (en la especie de biznaga que ilustro).
Sin embargo deben resaltarse varias cosas, la primera es que las espinas deben contarse sobre la misma costilla, ya que hay especies en que la espina de la costilla aledaña está ligeramente desfasada en su altura. La segunda, y más importante, es que el crecimiento está determinado por el régimen de lluvias de la zona y del año en particular, por el tipo de tierra y, sobre todo, por la especie.
Pese a todas las condiciones y panchos anteriores, ahora podemos jugar a calcular la edad de estas biznagas silvestres:
(La que sigue está bien difícil, pero la foto me gustó y por eso la incluyo).
Pero en este año también pude aprender otra cosa que no sabía.
Siempre pensé que las espinas eran estructuras dedicadas a la defensa del organismo entero, pero particularmente de su pulpa.
Pues resultó que no. Si observan con atención verán que cada conjunto de espinas se sustenta en algo que denominaré "pedestal", pero también se ve que hacia la parte superior de ese "pedestal" hay una sección que es donde se desarrollará el botón-flor-fruto.
Es decir, cada grupo de espinas, cuando es joven, protegerá el "corazón" de la planta, pero también una flor-fruto. Ya de viejas, como buenos ancianos, se dedicarán principalmente a proteger el "centro". Es bonito apreciar que algunas portan la "cicatriz" del fruto que protegieron (o trataron de proteger). Así que aquí también. Estudiando cicatrices podemos tener idea de lo que ocurrió años atrás.
El par de fotos que siguen permite observar varias cosas; yo aprecio estas: lo alucinante del diseño de las biznagas, la cantidad de botones que llevan y la relación "pedestal"-espinas-flor que ya mencioné. Esta biznaga es silvestre.
Las que siguen son de la biznaga que mantengo en mi casa. Son tres días después de las que presenté en el capítulo de "Biznagas-I".
Me parece de interés, particularmente para Carmen, lo que aparece mencionado en el libro al que ya aludí, que es: "Las flores tiernas pueden ser hervidas en forma similar a la col..."
Sepa la bola a qué sepan y, muchos se preguntarán: ¿A quién se le ocurre comerse cosas tan bonitas?
Bueno, a mí se me ocurren dos situaciones: el hambre es canija, pero también que alguien vio a algún ratón, liebre o venado saboreárselas bien acá, le dio envidia, y decidió probarlas.
Hay algo adicional e importante, cuando menos para los biólogos. Las flores se "abren" al amanecer y se "cierran" al oscurecer. Esto nos da una señal gruesa de "quiénes sí" y "quiénes no" pueden ser sus polinizadores.
A fin de cuentas eso es indispensable para entender los "ciclos de vida" y todos sus componentes. Así que, como información adicional, diré que las fotografías que presento en la última sección fueron tomadas a las 09:00 horas. Y sí. Para ser octubre en Sudcalifornia es indicativo de que, definitivamente, son perezosas (a inicios de octubre el sol debe salir no más tarde de las 07:00).
Y sí, saber eso divierte y da placer, así como el de leer un libro, ver una buena película o escuchar música, por dar algunos ejemplos.
Aunque no lo crean.
Más allá del proselitismo final relativo a los biólogos, espero que algunas de las fotografías les hayan gustado.
RRS
NOTA: La relación "grupo de espinas" - "un año" definitivamente NO puede generalizarse a todas las biznagas. De hecho tengo idea de que las más apreciadas-comercializadas son las que tienen las espinas más cercanas entre sí. Seguramente en ellas la relación podría ser de dos a tres grupos de espinas por año. Esos son estudios que los que trabajan botánica y ecología vegetal deben emprender para cada especie. Así empezaremos a tener los elementos para hacer y consumir acitrón sin sentimientos de culpa.